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Las deudas complicaron el año de los atletas ecuatorianos


Caicedo no recibió apoyo económico durante el segundo semestre de 2020. Imagen: Secretaría del Deporte.

La pandemia causó atrasos en los pagos de la Secretaría del Deporte a la Federación Ecuatoriana de Atletismo. Mientras los velocistas tuvieron pocas dificultades con sus pagos, un lanzador de disco lleva medio año sin recibir apoyo económico.

 

“Desde julio hasta la fecha (noviembre) no he contado con el apoyo de nadie, ni Secretaría del Deporte, ni Federación de Atletismo, ni Comité Olímpico”, afirma Juan Caicedo, deportista ecuatoriano de lanzamiento de disco y bala.


Él vive en Pontevedra, España, y se ha mantenido ahí desde el comienzo de la pandemia. “Este año fue terrible. El confinamiento, las lesiones, la falta de apoyo… A pesar de esto conseguí una marca de 69,60 metros en la primera competencia a la que pude asistir. Estoy cuarto en el ranking mundial”, explica.


La cuarentena tuvo un profundo impacto en Caicedo. “Caí en una depresión completa. Me sentía completamente perdido, sin saber qué hacer”, recuerda el atleta.


Además del bajón emocional, las lesiones también afectaron a Caicedo. “Tuve una ruptura en el gemelo izquierdo, se rompió el gemelo de mi pierna derecha, tuve un problema en la espalda, una microfisura en una costilla y complicaciones en mi muñeca derecha”.

“Al no contar con ningún apoyo, ni siquiera para subsistir acá, las lesiones no las he podido curar completamente, no he podido ir a un fisioterapeuta”, se lamenta.


Caicedo comenta que la Federación Ecuatoriana de Atletismo (FEA), por parte del Plan del Alto Rendimiento, cumplió con los montos correspondientes en abril y junio. “Me cubrieron hasta el 7 de julio”.


Después de esta fecha, el lanzador de disco ha subsistido gracias al apoyo de su entrenador, Frank Casañas, y su compañero de entrenamiento, Mauricio Ortega, quien además le pagó el pasaje de ida a España.

“Si no fuera por ellos, estaría en mi casa, retirado del deporte. El sueño de que un lanzador de disco ecuatoriano vaya a los Juegos Olímpicos por primera vez habría terminado”, comenta. Al ser el cuarto del mundo, Caicedo podría clasificar por ranking, pero espera obtener un cupo directo cuando retornen las competencias.


"Nosotros tratamos de ayudarlo lo más que podemos", comenta Casañas. Para el entrenador, la incertidumbre en el aspecto económico lo está afectando en el ámbito deportivo. "El hecho de pensar cómo voy a pagar el hotel, la comida... pasa con la mente ocupada y esto se refleja en los entrenamientos y resultados".


“Uno siempre ha soñado con grandes cosas. Sin embargo, el deporte ha sido ingrato conmigo. Veo que mientras mejor estoy, peor me tratan. No me apetece seguir sufriendo de esta manera”, dice afligido Caicedo.


Por esta razón, él ya está buscando continuar con su vida fuera del deporte. Entre sus opciones están estudiar entrenamiento deportivo o administración pública.


"Es normal que se planteé la retirada, su sacrificio no es correspondido", dice Casañas. Aún así, el entrenador ha prometido hacer todo lo posible para que Caicedo continúe en su deporte, más allá de las Olimpiadas. "Él es un atleta que podría abrirle la puerta a más deportistas de su país. La cantera del Ecuador necesita de un modelo a seguir, ese es Juan".

 

Distinta realidad para los velocistas


“Pasé un momento crítico en la cuarentena, me bajoneé bastante. Incluso pensé en retirarme”, dice Anahí Suárez. Ella compite en los 100 y 200 metros planos y buscará clasificarse a sus primeros Juegos Olímpicos.


“Antes de la pandemia venía realizando unos entrenamientos magníficos, había mejorado en todos los aspectos. Después vinieron tres meses en los que paramos y me afectó muchísimo”, recuerda la atleta.


Nelson Gutiérrez, entrenador de los velocistas ecuatorianos, explica que tenían previsto ir a competencias en Estados Unidos, pero el cierre de los aeropuertos interrumpió sus planes.

“Durante el confinamiento hicimos entrenamientos virtuales, teletrabajo, pero nunca fue igual. Se bajó mucho el nivel”, comenta.

Sin embargo, en julio, Suárez y sus compatriotas, Álex Quiñónez y Ángela Tenorio, lograron viajar a Portugal, a un campamento en Rio Maior, Lisboa. “Pudimos evaluar y hacer un diagnóstico nuevo de nuestros deportistas”, expresa Gutiérrez. Quiñónez ya está clasificado a Tokio 2020, Tenorio aún busca su cupo.


Posteriormente, en septiembre, los atletas se prepararon en Bogotá durante 21 días. Actualmente, todo el grupo se prepara en Quito junto con atletas colombianos.


“Entrenamos en la pista de Los Chasquis. Continuaremos hasta el 21 de febrero de 2021. Esperamos ir a Estados Unidos y competir en la gira universitaria norteamericana”, explica el entrenador.


Sobre el apoyo económico recibido, Gutiérrez comenta que “no ha habido ningún problema”. “No se ha afectado la preparación de los atletas. Ha habido algunos retrasos de sus pagos mensuales, pero no es nada mayor”.


“Siempre hubo el soporte de la Secretaría, sí siguieron apoyándonos”, añade Suárez. La velocista se siente preparada para el 2021. “He mejorado en mis debilidades. Ahora quiero hacer una buena marca y clasificarme a Tokio. Estoy lista para superarme a mí misma y dejar una huella en el país”.

 

Deudas en la Federación


La asignación presupuestaria para el 2020 por parte de la Secretaría del Deporte para la FEA era de 1’514.588,35 dólares. En comparación, en 2019, el monto fue de 1’531.110,90 dólares. Es decir, hubo un incremento de 1,09%.

Sin embargo, la llegada de la pandemia provocó el atraso de los pagos a la Federación. “A partir de marzo, el Gobierno tuvo como prioridad el sector salud”, explica Eduardo González, subsecretario del Plan de Alto Rendimiento. Fue por esta razón que se modificaron los pagos a las federaciones deportivas.


Según el acuerdo 0297 del 27 de abril de 2020, el 30 % del valor de ‘Apoyo al Deporte de Alto Rendimiento’ se transfirió en esa fecha, mientras que el 70 % restante “se transferirá cuando se cuente con los recursos y certificación presupuestaria”.


El 9 de septiembre se expidió un nuevo acuerdo, 0432, el cual aprobó transferir el 70 % en los meses de septiembre, octubre y noviembre.


“Con la FEA está todo cancelado hasta septiembre, incluido planes operativos, alto rendimiento y pago de atletas. Quedan pendientes los pagos de octubre y noviembre”, explica Gonzáles el 23 de noviembre.


Manuel Bravo, presidente de la FEA, comentó el 11 de noviembre que había un saldo de 467.502,90 dólares “en la nube”, pero que físicamente no han recibido este monto. “La situación económica que hemos vivido ha incidido en la preparación de nuestros atletas. Estamos atados de manos por depender del recurso público”, lamenta Bravo.


“Eso ha llevado a la situación de ver disminuidas las aspiraciones que teníamos desde un inicio de cumplir un ciclo olímpico con más de trece atletas con clasificación olímpica. Hoy estamos esperanzados con tener ocho o nueve”, agrega. Actualmente, cinco deportistas de esta federación ya tienen su cupo asegurado.

En los Juegos de Río 2016, el atletismo ecuatoriano llevó la mayor cantidad de deportistas en su historia con 16 clasificados.

Tokio 2020 podría ser el principio de una gran carrera para algunos atletas que sí han recibido el apoyo apropiado, como Anahí Suárez. Sin embargo, para aquellos que han sido olvidados, como Juan Caicedo, este evento suena a debut y despedida.


Realizado por Felipe Núñez

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